Hoy estaba buscando una frase para la sección de informática y multimedia, ya que estamos rearmando la web del colegio y como dicto ese taller y el de periodismo quise poner frases que realmente me identificaran y no cualquier cosa. Fue mas que interesante encontrarme con Manuel Sadosky. Leerlo hablar sobre la primera compu que llegó a la Argentina es realmente apasionante. Y lamento no haber despertado esta curiosidad antes. POrque me hubiera encantado hacerle una nota, o mejor aun que los mismos chicos le hicieran la nota. Hubiera sido un homenaje perfecto a quien cruzo los 90 con el espíritu de un niño. Lástima que siempre la palabra dictadura, secuestro, tortura, exilio se filtren en cada historia de un pensador, investigador, artista, intelectual de este país.
A medida que pasa el tiempo necesito recurrir más a la historia de gente que haya vivido una experiencia de HACER ALGO en la Argentina. Y cada vez más quiero transmitir mis experiencias a los chicos. Guiarlos, decirles lo que pienso, enseñarles a cruzar una dificultad. Aunque debo confesar que soy yo quien más aprende de ellos. No se los digo muchas veces porque los pibes son como los argentinos. Se agrandan y después no los podés controlar. Pero muchisimas veces tienen razón. Hasta me dan una opción a un problema que jamás se me hubiera ocurrido.
Y leyendo sobre Sadosky no sé por qué pienso que él hacía algo parecido. Leyendo esos relatos de cómo armaron a Clementina me hace pensar que fue un juego complicado de los niños, como cuando armábamos castillos con los bloques, o casas con cartones y maderas, o torres con naipes. Sólo que esta vez el castillo era una máquina para calcular y que de alguna manera creo la intención de Sadosky y su equipo fue el de ayudar en la ciencia y contribuir en la educación de cada niñito argentino.
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